El clima y el desarrollo económico fueron los temas centrales de la conferencia de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) celebrada en La Habana.
El Gran Caribe debe convertirse en una zona especial de desarrollo sostenible. Así lo afirmó el Ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, al concluir la VI Conferencia sobre Cooperación Internacional de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), celebrada en La Habana los días 10 y 11 de noviembre, en la que se debatió la reactivación de proyectos de desarrollo económico y de lucha contra los efectos del cambio climático.
"La región de América Latina enfrenta un panorama económico y social muy complicado, lo que ha agudizado los problemas de la región, la más desigual del planeta", dijo Rodríguez, quien subrayó que "la cooperación sur-sur será esencial en los esfuerzos para la recuperación de los efectos sistémicos y devastadores de la pandemia".
Adriana Bolaños, presidenta del Comité Especial de Cooperación y Movilización de Recursos de la AEC reafirmó: “Requerimos de la construcción colaborativa y el acceso al conocimiento entre los países de la región.“ La diplomática costarricense añadió que la cooperación en la transferencia de tecnologías y conocimientos a "nuestras comunidades, a los más vulnerables" es una prioridad. Bolaños pidió que se innovara en la arquitectura financiera regional y mundial para lograr una mayor integración económica en la región. " Debemos trabajar en política de cooperación de acuerdo a los desafíos y vulnerabilidades de cada uno de nuestros países", subrayó. Mencionó la necesidad de una cooperación entre múltiples partes interesadas, un mejor acceso al conocimiento y a la financiación, nuevas formas de cooperación Sur-Sur, la transferencia de tecnología y capacidad, y una mayor atención a las tecnologías de datos y comunicación como ideas intersectoriales en las que la AEC debería centrarse en los próximos meses.
En la conferencia de dos días celebrada en La Habana, representantes de los 25 países miembros de la AEC, las naciones observadoras y líderes de organismos internacionales como la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe, SELA) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) revisaron el trabajo realizado por la AEC tras la adopción del Plan de Acción y los proyectos que surgieron de él y forjaron nuevas alianzas para la integración económica de la región, especialmente en las áreas de comercio, transporte, turismo sostenible y desastres naturales. Los debates se centraron en el cambio climático, los sistemas de respuesta a las catástrofes naturales, el impulso de la conectividad y el transporte, y el desarrollo de la economía y el comercio de la región. La AEC se fundó el 24 de julio de 1994 en Cartagena, Colombia y en la actualidad está conformada por 25 estados caribeños.